Este artículo de Ken Butts, Global Key Account Team Manager de Datacolor, apareció originalmente en TextileWorld.
Los diseñadores y coloristas saben lo difícil que puede ser acertar con los colores fluorescentes. Sin embargo, también es innegable que estos colores atraen mucho a los consumidores de múltiples categorías, como ropa deportiva y de baño, entre otras. Así que, a pesar de las dificultades que presentan, la recompensa puede ser grande.
Pero, ¿qué hace que los colores fluorescentes sean tan difíciles de conseguir?
La mayoría de los colores se oscurecen a medida que se añade más tinte o pigmento al tejido u otro sustrato. Los resultados pueden medirse con precisión utilizando un espectrofotómetro, un dispositivo que informa de la cantidad de luz reflejada por el material en todo el espectro visible. Esta medición, conocida como curva de reflectancia, proporciona una «huella dactilar» del color y permite una correspondencia extremadamente predecible.
Los fluorescentes, por el contrario, funcionan de forma opuesta. Al añadir colorante fluorescente, el tejido absorbe más luz ultravioleta (UV) y la refleja como energía visible, lo que hace que los colores sean más brillantes e intensos.
La figura 1 muestra las curvas de reflectancia de varios colores fluorescentes habituales. Las cuatro cifras tienen valores que superan el 100%. Esto significa que reflejan más energía de la que estaba presente en la parte visible de la fuente de luz cuando se midieron, lo que hace que las muestras parezcan más brillantes que los colores no fluorescentes.
«Lo más difícil de los fluorescentes es establecer expectativas con los diseñadores y los socios comerciales en cuanto a lo que es factible», afirma Kristen Bell, Directora de Desarrollo de Color de Carhartt Inc. «Al diseño le encantan por la elevación que proporcionan al suelo y son llamativos para el consumidor. Pero no todos los sustratos pueden ajustarse a nuestros estándares».
Cuando los datos se unen al color, la inspiración se une a los resultados.